Foto: Joaquín OTERO ÚBEDA

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Museo Museo de América
Inventario 14453
Clasificación Genérica Adorno personal
Objeto/Documento Collar
Materia/Soporte Semilla
Fibra vegetal
Técnica Tejido
Insertado
Cortado
Dimensiones Longitud = 55 cm
Descripción ". Le dijo cómo él determinaba de dejar lo poco que allí tenía y seguir el río abajo, y que si la ventura le favoreciese en que cerca hallase poblado y comida con que todos se pudiesen remediar, que él se lo haría saber, y que si viese que se tardaba, que no hiciese cuenta del, y que, entre tanto, que se retrajese atrás donde hubiese comida, y que allí le esperase tres o cuatro días, o el tiempo que le pareciese, y que si no viniese, que no hiciese cuenta del; y con esto el dicho Gobernador le dijo que hiciese lo que le pareciese: y así, el Capitán Orellana tomó consigo cincuenta y siete hombres, con los cuales se metió en el barco ya dicho y en ciertas canoas que a los indios se habían tomado, y comenzó a seguir su río abajo con propósito de luego dar la vuelta, si comida hallase.".
Si hay un momento clave en esta expedición, es el momento en el que se separan Pizarro y Orellana. El 11 de noviembre de 1541 construyen el bergantín San Pedro para seguir el curso del río Coca, un avance lento y agotador que va haciendo mella en todos ellos. Tras una semana de navegación llegan a un punto en el que el Coca desemboca en otro río mucho más ancho y caudaloso, el Napo. Será el momento en que Orellana se separe de la partida principal para buscar provisiones río abajo y volver con los demás. En los dos manuscritos conservados, el de la Real Academia de la Historia y el de la Biblioteca Nacional no hay unanimidad, ya que en el primero se dice que han atravesado 200 leguas y en el de la Biblioteca Nacional, se afirma que en los nueve días que habían pasado desde que se habían separado recorren 150. Si se acepta como lugar de la separación de Orellana de Pizarro la confluencia del Napo con el Coca, la localización del poblado indígena al que llegarán debe situarse a las orillas del Napo, entre sus confluencias con el Aguarico y el Curaray, según lo argumenta Gil Munilla, en el Descubrimiento del Marañón de 1954.
El final de la historia ya es conocido por todos, Orellana se excusaría más tarde diciendo que la corriente del río le arrastró y que no pudo regresar culminando la expedición iniciada por Pizarro. "...porque aunque quisiésemos volver agua arriba no era posible por la gran corriente.". Con estas palabras Fray Gaspar de Carvajal justifica el proceder de Orellana y disipa cualquier duda en torno a su modo de obrar a la hora de seguir el curso del río y no volver al lugar donde se encontraba Gonzalo Pizarro y el resto de la expedición y que le valió el título de traidor en gran parte de la Historia.
Una vez en el señorío de Aparia y con el hambre ya saciado, Orellana intenta que un grupo de hombres vuelva al "real" con Pizarro sin conseguirlo: ".y entre todos no se fallaron sino tres, porque todos temían la muerte que les estaba cierta, por lo que habían de tardar en llegar a donde habían dejado a dicho gobernador.".
Esta pieza que nos ocupa formó parte de la colección particular de Marcos Jiménez de la Espada, integrante de la Comisión Científica del Pacífico, quien realizó entre 1864 y 1865 lo que se conoce como el Gran Viaje, desde Ecuador a la desembocadura del Amazonas, por el paralelo 2 de latitud sur, emulando el viaje de Francisco de Orellana. En el Catálogo de la Exposición Americanista de Madrid de 1881 se recogen por mediación del propietario las siguientes palabras: "[.] sartal de cascabeles de los mismo indios. Se lo adquirí a uno de ellos." al mencionar a los mismos indios se refiere a los que adquirió la pieza anterior: los Cotos u Orejones del río Napo. Durante los siglos XVI y XVII fueron considerados un subgrupo de los "encabellados", denominación que se daba a los Tucano occidentales. Los collares realizados con semillas o frutos son muy utilizados por ambos sexos en la Amazonía. Algunos tienen carácter de instrumento musical, como estos cascabeles y se usan en danzas y ceremonias, mientras que otros simplemente tienen un uso decorativo. Otro de los aspectos a destacar de este tipo de piezas es la fragancia que desprenden, característica muy valorada, o la atribución de poderes protectores o talismanes, así como su uso como repelentes de insectos.
Datación 1866 (anterior a)
Contexto Cultural/Estilo Coto-orejón.
Lugar de Producción/Ceca Ecuador (América del Sur)
Lugar de Procedencia Río Napo, Ecuador(América del Sur)
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Foto: Joaquín OTERO ÚBEDA

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